Rock metálico, no heavy metal, dice Walter Giardino, es lo que define a la música de Rata Blanca, la formación que lidera desde 1985. El músico, fundador y compositor de la banda, se indigna un poco cuando le ponen el rótulo de rock a músicas que para él corresponden a cualquier góndola menos a la que siente como propia. “Muchas veces se le dice rock al pop y a bandas que pueden tener una imagen de rockero pero que cuando cerrás los ojos no escuchás rock, es solamente la imagen”, dice. Esta noche, a las 22 y en el Teatro Provincial (Zuviría 70), el guitarrista defenderá esa bandera con las canciones de “Tormenta eléctrica”, el nuevo disco con el que seguirán de gira hasta octubre.
-¿Cómo es este momento de Rata Blanca y qué refleja “Tormenta eléctrica”?
-Todos los momentos para nosotros fueron especiales. Cada disco es parte del presente del grupo y cada disco dice lo que tenía que decir. Este hace lo mismo.
-¿Y qué dice ahora?
-No toda la gente espera una dirección como la que tiene este disco, completamente rockera y metálica. Creo que este disco definitivamente tiene ese espíritu muy rockero, enfoca en sentimientos que tienen que ver con el verdadero rock, una música muy potente y bastante realista en cuanto a sus letras. Creo que sale mucho a defender la posición y el territorio del rock, en un momento donde la palabra rock es bastante difícil de encuadrar. Hay mucha pose, mucho vestuario, mucho de imagen y poca música. Para nosotros esto fue fundamental y “Tormenta eléctrica” es el resumen de eso. Lo que decimos no es nada nuevo ni diferente a lo que sucede. Muchas veces los chicos buscan rock y encuentran otro tipo de música.
-¿Cómo conciliaste la búsqueda artística con la necesidad de vender discos y entradas?
-Yo no creo en los dilemas que venden millones. Es algo que a muchos artistas en Argentina les dio resultado, eso de que estoy en contra del sistema pero soy multimillonario. Si estás fuera del sistema no podés recibir el dinero del sistema. Son dobles discursos que dan resultados políticos y réditos que no tienen que ver con la realidad. Yo nunca estuve en contra de que mi música me dé el sustento de mi vida, al contrario, estoy feliz y orgulloso de seguir haciéndolo, pero nunca vendí una sola nota de mis canciones moralmente hablando.
-¿Qué tenías ganas de decir en este disco?
-Soy un enamorado de la energía que generan las tormentas y los rayos, me fascinan mucho. Esa es una de las partes y que se unifica con el rock. Nombramos al rock y al rocanrol muchas veces en el disco, vivir de la forma más intensa este tipo de música y divertirnos. Las canciones hablan de todo, desde cuestiones sociales como un supuesto señor muy respetable que tiene una imagen de hombre de familia y que juzga al pibe rockero señalándolo como peligroso o fuera de la sociedad pero es el que está haciendo las cosas mal. Eso lo decimos. Son todas canciones muy evidentes en lo que decimos, más allá de los significados
-Hace poco se confirmó la condena de Callejeros por la tragedia de Cromañón ¿qué pensás sobre esto?
-Es todo muy triste. Es lo único que puedo decir. Me da pena todo lo que pasó. Tomar parte en algo así es muy delicado, hay que estar para poder opinar. Eso es algo que en Argentina es bastante difícil que la gente entienda. Los argentinos son opinólogos profesionales sin haber estado nunca en el ojo de la tormenta. Es muy delicado para decir si está bien o mal. Es una desgracia y son las circunstancias. Capaz que hacés eso mil veces y no pasa nada, y ese día pasó.
-¿En Rata Blanca están al tanto de la seguridad y las condiciones del lugar donde van a tocar?
-Siempre estuvimos atentos. A Rata nunca le pasó que haya represión de la policía. No somos psicobolches desde adentro del estadio. Siempre fuimos conscientes de que nuestros fans tienen que estar bien. A otras bandas la policía les ha hecho cosas a los chicos y nosotros nos encargamos siempre de que estos señores que eran los dueños de la calle se comporten como se tienen que comportar y hagan lo que tienen que hacer. Algunas bandas son muy rebeldes y antisistema pero la sangre que corre es la de sus fans, no la de ellos. Cuando no cuidás a tus fans hay algo que no está funcionando en tu discurso. Yo no soy partidario de que cada uno se cuide su culito. Para mí el fan de Rata es el que nos viene a ver, el pibe que deja lo que no tiene para vernos a nosotros y eso es muy importante para nosotros, y yo los voy a cuidar siempre, hasta las últimas consecuencias… En estos casos, si hay un pecado son las ganas de ganar dinero porque nunca lo ganaste y te lleva a la locura y la desidia, quizás esa sea la parte donde uno dice paremos un poco, tranquilízate, cuando llegás a un lugar donde no estás preparado, pueden pasar estas cosas.
-¿Cómo ves a los fans de Rata Blanca ahora?
-Son otros pero parecen los mismos. Es muy curioso porque vemos chicos jóvenes todo el tiempo delante nuestro y es un poco impresionante, porque parece que no hubiese pasado el tiempo, y ha pasado bastante… Es lo mejor que le puede pasar a un músico, que sus canciones primeras emocionen tanto a los de ahora como a tu propia generación.
-Los Rolling Stones están por grabar un nuevo disto. ¿Te imaginás seguir tocando, girando y grabando discos con Rata Blanca hasta después de los 70?
-Sí, ojalá. Aunque la música de los Rolling Stones es bastante más fácil de tocar. Las cosas son como son y durarán los que tengan que durar, yo nací para ser músico y acá estoy. Lo soy desde el primero hasta el último día de mi vida. Lo que pase en el medio nadie lo sabe. Lo importante es que cada vez que suba al escenario me siga emocionando y emocionando a la gente y dando buenos conciertos, mientras siga sucediendo eso estaremos en el escenario. A eso vamos a Salta.
PARA AGENDAR
Rata Blanca. Sábado a las 22, en el Teatro Provincial, Zuviría 70. La banda de Walter Giardino (guitarra líder), Guillermo Sánchez (bajo), Adrián Barilari (voz), Fernando Scarcella (batería) y Danilo Moschen (teclados) presenta su nuevo disco, "Tormenta eléctrica".
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