El show nocturno empezó puntualmente, cuando Bajo Zero pisó el escenario para recibir al público y compañeros de la noche. Con la voz de Julio Franco, la guitarra de Gabriel Colmán, el bajo de Didier Parra, y la batería de Édgar Chamorro dieron el plato de entrada de lo que sería una maratónica jornada.
Continuaron los muchachos de Arritmia, con Rodney Arévalo en guitarra y voz, Samuel Coronel en guitarra, Sergio Agüero en la batería, y Carlos Ferrari en el bajo, promovieron su estilo de rock alternativo progresivo.
El último de los locales que salió a jugar fue Steinkrug, dupla de Rata Blanca en la gira “Paraguay Rocking Tour”, que visitó Encarnación y Ciudad del Este. El rock desenfadado de la banda hizo sacudir las melenas de las más de 1.700 personas que ya se colocaron en sus lugares para sentir el voltaje del rock de la mano de Rafael Thielmann en el bajo y voz principal, Emilio Miret en guitarra, Matías Aguilera en guitarra, y Andy Thielmann. La banda presentó su primer LP, “Meat”, incluyendo conocidos como “Warm Beer” y “Live Forever”.
TORMENTA DE CALOR
El clima fresco del exterior no intervenía en el espacio del Casco Antiguo, pasada la medianoche, cuando la “Tormenta eléctrica” de Rata Blanca se hizo presente con el tema homónimo del disco. Con la premisa de mover cabelleras cuan viento huracanado, Walter Giardino en la guitarra, Guillermo Sánchez en el bajo, Adrián Barilari en la voz, Fernando Scarcella en la batería, y Danilo Moschen en el teclado, comenzaron su largo setlist.
Continuó “Los chicos quieren rock”, para dar paso al primer clásico de la noche, “Solo para amarte”, seguido de “El círculo de fuego”, “Tan lejos de aquel sueño”, “Señor Espectro”, “Volviendo a casa” (que fue coreado insistentemente por el público), “La otra cara de la moneda”, “El jugador”, “Batalla persa”, “Pequeño ángel oscuro”, “Rock and Roll Hotel” y “Buscando pelea”, dando indicios de la raíz rockera del nuevo disco. Tras el viejo conocido “El sueño de la gitana”, se cedió ante el coro infinito de “Aún estás en mis sueños”. El estreno en Asunción de “Rebelde y solitario” dio lugar a un “Preludio obsesivo” que entregó suspiros virtuosos, para llegar al magistral cóver de “Hallelujah”, de Leonard Cohen, en formato instrumental, pocos acusaron el recibo.
GRAND FINALE
De aquí en más, y antes de dar un pequeño descanso, “Chico callejero”, y la espectacular introducción guitarrística de “La llave de la puerta secreta”, dejaron la alfombra puesta para “El reino olvidado”, “Guerrero del arco iris”, “Abrazando al rock and roll”, “Mujer amante”, y “La leyenda del hada y el mago”, con una promesa de un siempre triunfal regreso de una banda que ya se acomodó los botines de local en cualquier estadio paraguayo.
Fuente : lanacion.com.py
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