El 7 de agosto, Rata Blanca volverá a ponerse su armadura metalera para conquistar Argentina con su Tormenta Eléctrica (el disco Nro. 15, sin contar los tributos) y el punto de partida será San Juan (ver aparte). Su objetivo es "cubrir varias ciudades hasta llegar el 12 de septiembre al Luna Park", dijo a DIARIO DE CUYO Walter Giardino, el líder de la banda que arrancó en 1986 y llegó al estrellato en 1990 con su segunda placa Magos, Espadas y Rosas; una sorpresa para los metaleros vernáculos de ese entonces.
A 25 años de ese suceso, Walter divide su tiempo entre España, donde tiene a su familia; y Argentina, en la que girará con su flamante material, "el álbum más rockero que hicimos".
- ¿Tormenta... es una deuda pendiente?
- Mostramos una faceta que reivindica y define al rock. Es tiempo que nos demos cuenta de qué se trata cuando hablamos de rock. Me molesta que se lo utilice para vender música que no es rock, hay una imagen del rockero que está de moda.
- ¿Por qué?
- Hay bandas que hacen pop disfrazado de rock. Me molesta que usurpen la palabra para vender otro estilo. Es una estrategia mundial, para que el rock no siga sumando. Además, el problema de las nuevas bandas es que están en pose.
- ¿Es un género que otorga más categoría que el pop?
- El pop no avergüenza a nadie. No entiendo esa parte. Ver un perfume de Shakira que se llama rock no me parece. ¿Qué necesidad tiene? ¿Le falta plata? Si lo hace porque le interesa, que ponga un estudio. Hoy, parece que es canchero ser rockero. ¿Qué es esto? Por eso, Tormenta eléctrica es una intención velada de pegar un golpe de electricidad.
- ¿En sus inicios, tuvieron necesidad de "hacerse los rockeros"?
- Nunca dijimos somos "los más rockeros", "los más metálicos". Venimos de muchos años, vemos fotos de 1987 y nos vemos más jóvenes y en otra realidad, pero las cosas cambian.
- ¿En qué sentido fueron maravillosos los '80?
- Fue una época en la que todas las bandas eran buenas... Tuve el privilegio de vivir lo mejor que pasó en el mundo con las guitarras eléctricas, en primera persona.
- ¿Y ahora?
- Hoy, el público más que admirar, se identifica y es diferentes: uno se puede identificar con alguien que no sea buen músico, que esté arriba del escenario y cante unas cositas; a mí, me aburre. Con la música no podés mentir y esa es la filosofía de Rata.
- ¿Por eso se toman su tiempo para sacar nuevas placas?
- Los discos se hacen cuando son necesarios, más con los años que tiene Rata y los millones de discos vendidos. Podríamos no grabar más discos y seguir tocando.
- O sea que te gustaría vivir de discos tributo...
- Lo hicimos algunas veces pero fue anecdótico. Un disco nuevo es un estado especial.
- ¿Qué fue y qué es hoy Rata?
- Fue un milagro del amor a la música que hizo que músicos de clase media, con poquísimas posibilidades, llegaran donde llegaron. Ahora, hay intensidad y ganas. El día que fluctúe eso, no subo más a un escenario.
- ¿Y el rock?
- Una forma de vida. No hay estereotipos. Soy músico de rock, desde que a los 12 años escuché a Creedence, Deep Purple y Led Zeppelin; ya, a los 15, era un pibito rockerito. Yo aprendí tocando una guitarra criolla, pero no puedo salir con un poncho, tengo puesta la camiseta del rock.
- ¿Qué mensaje le darías a los chicos?
- Hay que trabajar. Colgarse una guitarra, tener los pelos larguísimos y pararse frente al espejo diciéndose "yo soy el mejor", no va. Flaco, tienen que haber 80 mil personas diciéndote eso.
Fuente : diariodecuyo.com
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